Calidad en las aplicaciones, uso de tarjetas hidrosensibles
El proceso de aplicación de productos fitosanitarios en equipos terrestres como aéreos, requiere de un análisis e interpretación de varios factores para lograr una óptima calidad de su labor. Estos factores involucran aspectos intrínsecos, como calibración y limpieza de la maquinaria utilizada, como extrínsecos, propios del ambiente y calidad del agua empleada como vehículo.
En este artículo nos vamos a enfocar en el análisis del resultado de las pulverizaciones, suponiendo que los parámetros anteriormente mencionados satisfacen los índices objetivos y/o subjetivos de calidad.
Para conocer y evaluar la calidad en las aplicaciones se deben utilizar tarjetas hidrosensibles que nos brindarán información sobre el número de impactos por cm² (cobertura) y mediante un análisis exhaustivo, con aplicaciones sofisticadas o con un análisis subjetivo, se puede determinar además:
- Diámetro de la mediana volumétrica (DMV)
- Diámetro de la mediana numérica (DMN)
- Coeficiente de homogeneidad (CH)
A modo de resumen, estos 3 valores representan:
- DMV: representa el diámetro de gota que separa la población en dos mitades con el mismo volumen.
- DMN: es aquel tamaño de gota que divide la población de gotas en dos mitades con cantidades numéricamente iguales.
- CH: Se define como la relación entre el diámetro de la mediana volumétrica (DMV) y el diámetro de la mediana numérica (DMN). Cuanto más próximo a 1 estuviese el valor de CH significa que el espectro de gotas pulverizadas será más homogéneo.
El coeficiente varía con el tipo de sistema de formación de gotas o la boquilla (Tabla nº 1)
Tipo de boquilla | Coeficiente de homogeneidad (CH) |
Boquilla de Cono | 1,8 a 5,0 |
Boquilla de Abanico | 2,0 a 8,0 |
Boquilla de Espejo | 5,0 a 10 |
Centrífugo | 1,2 a 1,6 |
Tabla nº 1: CH según tipo de boquillas
El número de impactos/cm2 necesarios para suplir una eficiente aplicación, va a depender del estado del lote, requiriendo una mayor cobertura de gotas con cultivo en pie, existiendo una correlación positiva a medida que se incrementa el estado fenológico del cultivo, y menor número de impactos ante época de barbecho; otro punto a analizar es el blanco objetivo (malezas, insectos, patógenos fúngicos, etc.); y por último la movilidad del activo, siendo mas complejo ante el uso de productos de contacto. Estos valores fueron estudiados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) (tabla nº 2), estableciendo la cantidad de impactos mínimos requeridos según los parámetros mencionados previamente.
Para cumplir con estos valores mínimos juega un rol fundamental el tipo de boquilla que utilicemos, recomendando el uso de boquillas con un espectro de asperjado tipo cono hueco (Imagen nº 1) para aplicaciones con cultivo en pie, productos de contacto y patógenos fúngicos e insectos, corroborando que las condiciones ambientales son propicias para trabajar con ese tamaño de gotas para evitar derivas por evaporación y/o viento.
Imagen nº 1: cobertura de boquillas cono hueco
En el caso de aplicaciones de herbicidas sistémicos y/o en barbecho, en la cual la complejidad es baja (siempre y cuando no sea barbecho de maíz o sorgo) y no se requiera de un número elevado de impactos/cm², con el uso de boquillas baja deriva, como lo son las denominadas abanico plano (Imagen nº 2), se cumple satisfactoriamente los valores establecidos por la FAO y mitigaremos las probabilidades deriva.
Imagen nº 2: cobertura de boquillas abanico plano