Limpieza de Tanques
Los residuos de herbicidas (y en menor medidas fungicidas, insecticidas y otros principios activos) que quedan en los tanques de aspersión dañarán a los cultivos sensibles en posteriores aplicaciones, además de dañar las piezas metálicas cuando no se usan. Las aplicaciones de post emergencia asperjadas directamente sobre el follaje presentan un potencial mayor de daño que las aplicaciones al suelo.

Dentro de los herbicidas más problemáticos encontramos a los hormonales tales como 2,4-D, dicamba, MCPA, picloram, etc, así como los de muy bajas dosis de uso como los ALS (sulfonilureas, imidazolinonas, triazolopirimidinas), PPO, etc., que representan un riesgo mayor de daños a cultivos que la mayoría de los otros fitosanitarios. Estos herbicidas tienen actividad sistémica (excepto los PPO) y son muy efectivos en sus controles, aún en dosis extremadamente bajas. Por lo tanto, las pequeñas cantidades de estos productos que quedan remanentes en el fondo, adheridos en las paredes del tanque, filtros y la línea de aplicación del equipo pulverizador, pueden causar severos daños a los cultivos sensibles a ellos.

Los residuos de fitosanitarios adheridos o depositados en las paredes del equipo pueden ser llevados a la solución del asperjado por otros herbicidas, fertilizantes o coadyuvantes que actúan como solventes, aún meses después. En ocasiones, estos problemas se presentan cuando se aplican fertilizantes foliares, estos productos tienen la capacidad de remover todo lo que está incrustado en el tanque, en ese momento se suelen ver los daños incluso de productos usados 2 o 3 campañas atrás, si no fueron correctamente lavados. También influye el tipo de tanque de la pulverizadora: cuánto más lisos sean en su interior más fácil será eliminar los restos de fitosanitarios de aplicaciones anteriores. En este sentido los tanques de acero inoxidable y los rotomoldeados corren con ventajas sobre los de plástico reforzado en fibra de vidrio (PRFV). En cuanto a su forma lo ideal es que no tengan ángulos marcados o “recovecos” donde se juntan restos de fitosanitarios.

Los riesgos serán mayores cuando trabajamos con polvos mojables o con floables. El eficiente lavado de los equipos es entonces, un aspecto a considerar muy seriamente. No debe confundirse lavado con enjuagado, que debiera ser una operación cotidiana al finalizar las tareas y evita en gran medida la aparición de incrustaciones y residuos que luego son muy difíciles de quitar. El lavado es una acción más detallada y debe garantizar la ausencia total de remanentes en el equipo. Debe incorporarse como una práctica que se lleva a cabo con mayor periodicidad, pero muy particularmente cuando se pasa a trabajar en cultivos diferentes luego de haber aplicado herbicidas.

  • La primera etapa de cualquier lavado es, precisamente, el enjuagado. Para ello se carga una parte del tanque, cercana al 20-25% de su capacidad total, con agua limpia de agroquímicos.
  • Luego se activa el circuito de limpieza del tanque, que debe necesariamente estar provisto de las correspondientes boquillas de enjuague del mismo, dejándolo actuar unos 10 minutos aproximadamente. Algunos productos pueden demandar un tiempo mayor.
  • Luego, a campo, se asperja el líquido en algún lugar donde no cause ningún daño. Si ello no fuera posible, deberá hacerse sobre un playón de limpieza.
  • Luego debe comenzar el lavado propiamente dicho.

Para esta tarea el mercado ofrece diferentes limpiadores:

• Inactivadores: aquellos que inactivan productos en solución. Generalmente por un aumento en el pH de la solución por encima de 9, o por descenso de pH por debajo de 3.

• Desincrustantes: aquellos que eliminan residuos sólidos que quedan en forma de costras en las distintas partes del equipo pulverizador, sobre todo en el tanque.

• Inactivadores + Desincrustantes: aquellos que cumplen las 2 funciones antes mencionadas, son los más completos. Un ejemplo de este tipo de limpiadores completos es MasterClean

En todos los casos, hay que seguir los sistemas de triple enjuague, para eficientizar los resultados. Cuando existen abundantes residuos, o en casos de tanques rugosos en su interior, siempre es preferible realizar el sistema de triple enjuague añadiendo los limpiadores en (al menos) la dosis indicada por el fabricante.

  • Finalmente se deben retirar todos los filtros, tanto de línea como individuales, y las pastillas de pulverización para su limpieza bajo una canilla mediante un cepillo de cerdas suaves. Una vez finalizado el proceso se volverán a colocar. La limpieza de los equipos no es, ciertamente un proceso complicado, pero requiere de una cierta dedicación y esfuerzo.

Como siempre, más vale prevenir que curar.

MASTER CLEAN

DESACTIVADOR Y LIMPIADOR DE TANQUES

Limpia, desactiva y remueve los restos de agroquímicos del equipo de pulverización.
Su fórmula Contiene Principios desincrustantes.
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